La mamoplastia es un tipo de cirugía plástica que se utiliza para cambiar el tamaño o la forma de los senos. Esta cirugía puede ser muy beneficiosa para aquellas personas que están insatisfechas con el tamaño o la forma de sus senos, ya sea porque son demasiado grandes, demasiado pequeños o porque han cambiado debido a la edad o la pérdida de peso.

Sin embargo, no todas las personas son candidatas para una mamoplastia. Hay ciertos factores que pueden aumentar el riesgo de complicaciones durante o después de la cirugía, lo que hace que algunas personas no sean aptas para una mamoplastia.

Aquí tienes algunos ejemplos de personas que pueden no ser aptas para una mamoplastia:

Las mujeres que están embarazadas o en período de lactancia. Los senos cambian de forma y tamaño durante el embarazo y la lactancia, por lo que es mejor esperar hasta que se hayan estabilizado antes de someterse a una mamoplastia.
Las personas que tienen problemas de coagulación de la sangre o que están tomando medicamentos que interfieren con la coagulación de la sangre. Esto puede aumentar el riesgo de sangrado durante la cirugía y complicaciones después de la misma.
Las personas que tienen enfermedades cardíacas o pulmónares graves. La cirugía puede ser un estrés adicional para el corazón y los pulmones, por lo que puede ser peligroso para aquellas personas que ya tienen problemas de salud en estas áreas.
Las personas que tienen infecciones o enfermedades en el pecho. La cirugía puede dificultar la curación de las infecciones o enfermedades.
Las personas que tienen una gran cantidad de tejido cicatricial en el pecho. Esto puede dificultar la cirugía y afectar el resultado final.
Las personas que tienen una mala salud general o que tienen problemas médicos que aumentan el riesgo de complicaciones durante la cirugía.
Las personas que tienen una mala cicatrización de heridas. La mamoplastia implica una incisión en la piel, por lo que aquellas personas que tienen problemas para cicatrizar pueden tener complicaciones después de la cirugía.
Las personas que tienen una deformidad congénita o adquirida en el pecho. Esto puede dificultar la cirugía y afectar el resultado final.
Las personas que tienen una sensibilidad excesiva en los senos. Esto puede hacer que la cirugía sea dolorosa y aumentar el riesgo de complicaciones después de la misma.
Las personas que tienen expectativas poco realistas sobre el resultado final de la cirugía. Es importante tener una conversación sincera con el cirujano antes de la cirugía para asegurarse de que se comprenden las limitaciones y posibles complicaciones de la mamoplastia.

Antes de tomar cualquier decisión

Si estás pensando en someterte a una mamoplastia, es importante que hables con tu médico y con un cirujano plástico certificado por la junta. Es importante que te informes sobre todos los aspectos de la cirugía, incluyendo los riesgos y las limitaciones.